Por Monserrat Californias
El creador de contenido para adultos, Alex Marin, fue detenido en Puerto Vallarta por autoridades de Jalisco, acusado de explotación sexual de una menor de edad. La Fiscalía estatal confirmó que Alejandro “N”, como fue identificado oficialmente, enfrenta cargos por trata de personas en su modalidad de prostitución ajena y otras formas de explotación sexual.
El caso ha encendido alarmas sobre los métodos de manipulación y engaño que algunos influencers pueden ejercer en plataformas digitales.
Según información de la Fiscalía, Marin habría iniciado una relación con la víctima, ganándose su confianza para luego involucrarla en encuentros sexuales con terceros a cambio de dinero. Estos actos, además, fueron grabados en video. La familia de la joven presentó la denuncia, lo que permitió iniciar la investigación y ejecutar la orden de aprehensión. Las autoridades reiteran la importancia de denunciar cualquier situación sospechosa, especialmente cuando involucra a menores.
Alex Marin es conocido por su presencia en redes sociales y su estilo de vida poliamoroso, el cual ha sido motivo de debate público. En sus plataformas, se ha mostrado acompañado de múltiples mujeres a quienes llama “esposas” o “novias”, promoviendo un estilo de vida que, aunque legal en lo superficial, puede esconder dinámicas de control y abuso cuando no hay consentimiento real o cuando se involucra a personas vulnerables.
Este caso no es aislado. En meses recientes, Puerto Vallarta ha sido escenario de operativos contra redes de explotación sexual. En julio de 2024, fueron rescatadas 14 víctimas, muchas de ellas menores, que eran explotadas bajo la fachada de servicios de spa. Estos hechos evidencian una problemática creciente que exige mayor vigilancia tanto a nivel institucional como familiar, especialmente en zonas turísticas donde la vulnerabilidad se incrementa.
Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado a madres, padres y tutores a estar atentos a los vínculos que sus hijas e hijos generan en redes sociales. La prevención comienza con el diálogo y la educación digital. Identificar señales de manipulación, control o aislamiento es clave para proteger a niñas, niños y adolescentes de situaciones que pueden escalar hasta convertirse en delitos graves.