JÓVENES EXIGEN UN RENOVACIÓN REAL EN LA SUPREMA CORTE; CRECE EL APOYO A OLIVIA AGUIRRE EN LA RECTA FINAL DE LA ELECCIÓN
Por Redacción
* Perfiles como el de las ministras Loreta Ortiz y Yazmín Esquivel, de 70 y 60 años, de ganar la elección tendrían un cargo de 12 años, lo que ha generado dudas sobre si tendrán la energía y el ánimo suficiente para transformar el Poder Judicial
* Aguirre de 38 años, con dos doctorados, profesora-investigadora en la UACJ, ha sido comisionada de atención a víctimas y contra la trata, no tiene vínculos políticos ni partidistas, lo que ha generado un apoyo creciente entre los electores
* José Ramón López Beltrán, hijo mayor de AMLO, hizo público su respaldo a Olivia Aguirre, lo que revela que Morena y la 4T están abiertos a perfiles no necesariamente partidistas y que hay un genuino interés por renovar el Poder Judicial
La elección de nuevas ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se ha convertido en una demanda generacional. Cada vez más jóvenes en todo el país alzan la voz para exigir una renovación real del Poder Judicial.
La juventud mexicana no solo quiere votar: quiere transformar. Y para hacerlo, sabe que necesita nuevas voces en el sistema de justicia. Voces sin vínculos políticos, sin compromisos con el poder político ni económico, y con la energía necesaria para escuchar al pueblo y cambiar las cosas desde dentro.
En este contexto, muchas y muchos jóvenes han cuestionado la edad de las principales candidatas afines al oficialismo: Lenia Batres de 55 años, Yazmín Esquivel 61 y Loreta Ortiz 70. De ser electas para un cargo de 12 años, permanecerían en funciones hasta los 73 y 82 años, lo que ha generado serias dudas sobre si tendrán la energía y el ánimo para impulsar de forma decidida y contundente la anhelada transformación del Poder Judicial.
No se trata de una crítica únicamente por la edad, sino de una exigencia por la renovación. “No es discriminación, es una demanda de aire fresco, de nuevas ideas, de cercanía y energía para cambiar un sistema que ya no le responde a la gente”, expresaron jóvenes en distintas universidades.
Frente a este panorama, ha crecido el respaldo juvenil hacia Olivia Aguirre Bonilla, quien con 38 años representa un perfil distinto: académica, doctora en derechos humanos, en derecho judicial, investigadora del SNI, abogada litigante y ex comisionada de atención a víctimas y contra la trata de personas.
Nacida en Ciudad Juárez, Chihuahua, Olivia ha recorrido el país con recursos propios para dialogar directamente con estudiantes, colectivos, abogados, ciudadanas y ciudadanos en plazas públicas. Su campaña ha sido una bocanada de frescura en un proceso donde el poder parece reservado para los de siempre.
A este apoyo ciudadano se sumó recientemente un respaldo relevante desde el entorno cercano del expresidente Andrés Manuel López Obrador: su hijo, José Ramón López Beltrán, expresó en su cuenta de X (@JRLB) su simpatía por perfiles como el de Olivia Aguirre.
El mensaje fue claro:
“Por ahora, si tuviera que tomar una decisión, mi voto iría con mujeres y hombres comprometidos con la justicia social, los derechos humanos y el pueblo de México: […] @O1iviaaguirre […] Grandes trayectorias, capacidades y convicciones. México necesita ministras y ministros íntegros, honestos, con vocación de servicio.”
Este reconocimiento refuerza lo que muchas y muchos ya han visto en Olivia: una mujer preparada, empática, comprometida con las causas sociales y con una visión de justicia ciudadana que conecta con las nuevas generaciones.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) requiere perfiles que entiendan el presente y se atrevan a imaginar un futuro distinto. Esa visión es la que Olivia Aguirre Bonilla representa hoy para miles de jóvenes en México.