Internacional Portada Tendencia

Tras 14 años acusado de espionaje, Julián Assange, regresó como héroe a Australia, su tierra natal

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, amaneció hoy jueves en su tierra natal, Camberra, Australia, tras 14 años en prisión al haberse declarado culpable de espionaje ante la justicia estadounidense y con el objetivo ahora de buscar su perdón.

Assange aterrizó en el aeropuerto internacional de Camberra en un vuelo chárter ayer alrededor de las 19.40 hora local (9.40 GMT), después de un largo viaje que comenzó el lunes en Londres y que le llevó a realizar el martes un parada técnica en Bangkok antes de comparecer en las Islas Marianas del Norte como parte del pacto con EE.UU.

La libertad de Assange fue posible tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que quedó formalizado ayer miércoles durante una vista en un tribunal de Saipan, en las Islas Marianas del Norte, en la que se declaró culpable de violar la ley de espionaje estadounidense como parte del pacto.

En la vista, la magistrada Ramona Villagomez condenó a Assange a 62 meses de cárcel, reconociendo el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido), por lo que quedó en libertad.

Este episodio pone fin a una saga de 14 años que comenzó en 2010 con la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, con la que WikiLeaks reveló ataques a civiles en Irak y en Afganistán, así como el maltrato de presos en Guantánamo, entre otros asuntos.

Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso de abusos hoy archivado, Assange estaba en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, donde había sido acusado de 18 delitos que suponían una posible pena de más de 170 años de prisión.

De acuerdo con reportes de la agencia EFE, mientras muchos ciudadanos australianos festejaban el regreso de Assange, de 52 años de edad, los periodistas trataban de buscar declaraciones de familiares del fundador de WikiLeaks, que no lograron.

La esposa de Assange, Stella, pidió anoche “tiempo” y “espacio” para que su marido pueda recuperar su salud tras 14 años de litigios legales en Inglaterra, donde estuvo siete años refugiado en la Embajada de Ecuador y cinco detenido en una cárcel de alta seguridad.

En una rueda de prensa en Camberra, la abogada hispanosueca también dijo que el objetivo en el futuro será, por el interés de la libertad de prensa, presionar para que Estados Unidos reforme la Ley de Espionaje y aplique el perdón a su marido.

Los abogados del fundador de WikiLeaks, que hizo públicos supuestos crímenes de guerra de EE.UU. como la mayor filtración de documentos confidenciales de este país, celebraron ayer que Julian Assange lograra su libertad tras el acuerdo con la justicia estadounidense, pero advirtieron que el caso sienta un peligroso precedente para la libertad de prensa.

Uno de sus abogados, Barry Pollock, indicó que la Ley de Espionaje prevaleció sobre la libertad de expresión e información contenida en la Primera Enmienda en Estados Unidos y subrayó que la vista en el tribunal de las Islas Marianas del Norte (territorio de EE.UU.) demostró que las filtraciones de WikiLeaks no provocaron daño a ninguna persona.

Durante años, las autoridades de Estados Unidos y detractores del fundador de WikiLeaks le han acusado de poner en peligro a informantes y otras personas al filtrar decenas de miles de documentos y cables secretos o de contenido sensible.

 

Nota de Abel López Jiménez.