Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- El precio del limón en México se incrementó, alcanzando entre 50 y 60 pesos por kilo en algunas regiones del país.
Este aumento está directamente relacionado con varios factores críticos, entre los cuales destacan las extorsiones y el “cobro de piso” que sufren los productores de Michoacán, el principal estado productor de este cítrico.
La situación se ha visto agravada por las condiciones climáticas adversas que han afectado la producción, generando una escasez que ya se refleja en los precios al consumidor.
La violencia y la inseguridad han llevado a varios productores de limón en Michoacán a paralizar sus actividades.
Los productores han sido víctimas de extorsiones por parte de al menos tres cárteles del narcotráfico, quienes exigen pagos que han forzado a muchos agricultores a suspender indefinidamente la cosecha en huertas situadas en municipios como Apatzingán, Buenavista y Parácuaro, en la región de Tierra Caliente.
Luis Armas Romo, representante de los productores, advirtió que la interrupción en la producción podría provocar un incremento del 100% en el precio del limón.
El impacto de esta crisis ya se hace sentir en diversas partes de México. En Tepic, Nayarit, los consumidores han notado un aumento en el precio del limón, mientras que en la Ciudad de México, el precio del limón agrio en supermercados se ha establecido en 49.90 pesos por kilo.
Además, en la Central de Abasto de la capital se ha reportado un desabasto del cítrico proveniente de Apatzingán. Similarmente, en Jalisco, particularmente en Puerto Vallarta, el limón agrio se vende a 49.90 pesos por kilo, y el limón sin semilla alcanza los 39.90 pesos por kilo.
En contraste, los precios que reciben los productores en Michoacán han sido significativamente más bajos que los precios al consumidor, con las empacadoras pagando entre 10 y 13 pesos por kilogramo de limón. No obstante, se observa una tendencia al alza en estos precios, reflejando la creciente presión sobre la cadena de suministro debido a la inseguridad y los desafíos climáticos.