Por sus niveles antioxidantes, el chocolate amargo evita el alzheimer y protege al cerebro del deterioro, entre otros
Siempre se nos ha dicho que lo que consumimos afecta directamente a la salud de nuestro cuerpo, o incluso, la teoría que sostienen los médicos, que la mayoría de las enfermedades “entran por la boca”.
Incluso, la reconocida universidad estadounidense de Harvard lanzó una lista de los mejores alimentos para el cerebro. Ahora aquí en México se realizó un estudio que demostró que un famoso dulce puede prevenir el Alzheimer, así como otras afectaciones cerebrales.
El estudio realizado por científicos de la UNAM y llevan años en éste proyecto y cada vez lo perfeccionan más o surge nueva información, cuyos científicos han demostrado gran interés en la relación entre la comida y el funcionamiento del cuerpo y descubrieron que tiene más importancia de la que se creía.
La golosina en cuestión es una de las más famosas y muchas personas no saben que tiene múltiples ventajas para el organismo.
Se trata del chocolate amargo, también conocido como chocolate negro, y la UNAM se dio cuenta que esta golosina tiene propiedades antioxidantes que protegen al cerebro del deterioro.
Eso permite que se conserve el nivel de las habilidades mentales evitando padecimientos como Alzheimer o demencia. Entre mayor sea el porcentaje de cacao y menor el de azúcar, será mucho mejor para el cuerpo
La Máxima Casa de Estudios aclara que esto no es ningún tratamiento, cura o medicina, simplemente es un apoyo para estar sanos. También hace énfasis en que se debe consumir con moderación, pues sí se cae en los excesos, en vez de ayudar al cuerpo solo lo va a perjudicar.
Sumado a todos los beneficios que tiene sobre el cerebro, también se demostró el cacao ayuda a otras áreas como el corazón.
Las habilidades antioxidantes ya mencionadas ayudan a cuidar y preservar la salud del sistema arterial, así como la fuerza del corazón.
Por lo tanto, al chocolate amargo o negro se le considera un snack saludable por sus bajos niveles en azúcar, perfecto por lo que se puede consumir “seguido”, siempre y cuando no llegue a ser excesivo, subraya la UNAM en su análisis sobre esa golosina benéfica.
Nota de Abel López Jiménez.