Por Redacción:

CIUDAD DE MÉXICO — 29 DE DICIEMBRE DE 2025.- El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, pidió este lunes pausar de inmediato las obras ferroviarias en México como medida preventiva tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido el domingo 28 de diciembre, argumentando que es necesario “evitar más tragedias” mientras se revisan los proyectos implicados y su seguridad operativa. Moreno planteó que los trabajos en proceso y el funcionamiento de aquellos en los que hayan participado figuras y empresas vinculadas a obras ferroviarias sean suspendidos hasta concluir auditorías técnicas independientes que garanticen que no representan un riesgo para la población.

En una publicación difundida en sus redes sociales alrededor de las 11:00 a. m., el líder priista hizo un llamado directo a detener las obras en las que hayan tenido participación, entre otros, Amílcar Olán, Pedro Salazar Beltrán y los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, “con la urgencia de preservar vidas y evitar más tragedias”, y propuso someterlas a una revisión profesional, profunda y minuciosa. Moreno también calificó en su mensaje como un grave riesgo la improvisación y la falta de control técnico en proyectos ferroviarios, señalando que la obra fue puesta en riesgo por lo que consideró “errores de la administración actual”.

El reclamo del dirigente del PRI ocurre tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico en Oaxaca, en la ruta del Istmo de Tehuantepec, que según autoridades federales dejó al menos 13 personas fallecidas y 98 lesionadas; dicho accidente se registró alrededor de las 10:25 a. m. del 28 de diciembre cuando el convoy, con 241 pasajeros y nueve tripulantes a bordo, se salió de las vías cerca de Nizanda. Moreno sostuvo que el siniestro pone en evidencia la necesidad de revisar, auditar y, de ser necesario, detener proyectos ferroviarios para salvaguardar la integridad de usuarios y trabajadores.

La propuesta priista suma a las demandas de la oposición para que se realicen investigaciones exhaustivas sobre las causas del accidente y se deslinden responsabilidades políticas y técnicas. Aunque Moreno ha vinculado públicamente estos llamados con presuntas prácticas de supervisión deficiente y falta de mantenimiento —incluso retomando conversaciones filtradas entre contratistas como una muestra de desprecio hacia la seguridad—, estas alegaciones aún no han sido certificadas por autoridades independientes.

Por su parte, el gobierno federal y la Secretaría de Marina, encargada de la operación de la línea ferroviaria, han concentrado sus esfuerzos en el rescate, atención médica a lesionados y la investigación oficial de las causas del descarrilamiento, sin anunciar hasta el momento la suspensión de obras ni compartir una respuesta directa a los señalamientos políticos. Mientras tanto, el reclamo de pausar obras ha abierto un debate político sobre la seguridad y la supervisión de infraestructura pública de gran escala en México, con miras a que se definan mecanismos de revisión técnica más rigurosos y se determinen los pasos a seguir en materia de política pública y vigilancia de proyectos ferroviarios.