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RACISTAS: JUGADORAS DE RIVER PLATE FEMENINO HACEN GESTOS DE MONO A INTEGRANTES DE GREMIO.

Por Luis Martínez Alcántara

 

El partido entre River Plate y Gremio, disputado en el marco de la Brasil Ladies Cup 2024, se convirtió en un escándalo tras la acusación de gestos racistas por parte de jugadoras argentinas hacia un recogepelotas. La situación, que se desarrolló en el estadio Canindé de São Paulo, culminó en la suspensión del encuentro y una serie de expulsiones que dejaron a River sin el número mínimo de jugadoras para continuar el partido, que estaba empatado 1-1 en ese momento.

 

Los incidentes comenzaron cuando Candela Díaz, una de las futbolistas de River, realizó gestos que fueron interpretados como racistas hacia el recogepelotas. Esta acción provocó una rápida reacción del equipo rival, Gremio, que decidió abandonar el campo. En total, seis jugadoras de River fueron expulsadas por el árbitro debido a la escalada del conflicto, lo que llevó a que el partido no pudiera continuar.

 

El entrenador del Gremio, Thaissan Passos, expresó su indignación ante los hechos, señalando que esta no es una situación aislada y cuestionando la falta de acción contra el racismo y el machismo en el fútbol. “¿Hasta cuándo seguiremos fingiendo que no hay racismo o machismo?”, declaró Passos, enfatizando la necesidad de abordar estos problemas con seriedad.

 

En respuesta al escándalo, River Plate emitió un comunicado condenando los gestos discriminatorios y anunciando que se tomarían medidas disciplinarias contra las jugadoras involucradas. El club manifestó su “más absoluto repudio” hacia lo ocurrido y reafirmó su compromiso de trabajar para erradicar este tipo de conductas del deporte.

 

La situación ha llevado a que varias jugadoras sean detenidas para prestar declaración ante las autoridades. La investigación sigue su curso mientras se espera que se tomen decisiones firmes para evitar que incidentes como este se repitan en el futuro. Este escándalo no solo afecta la reputación del club argentino, sino que también plantea serias preguntas sobre la cultura dentro del fútbol femenino y la necesidad urgente de abordar el racismo en todos sus niveles.