Por Redacción:
Ciudad de México.-Hoy más que nunca, la educación no puede concebirse como un plan rígido, sino como un proceso en constante adaptación a las nuevas realidades y necesidades. Un claro ejemplo de esta transformación es la Generación Z, integrada por jóvenes nacidos entre finales de los noventa y el año 2012, quienes actualmente cursan la preparatoria y buscan una formación que les permita construir un futuro con bienestar y propósito.
Para ofrecerles una formación que contribuya a su plenitud, debe entenderse primero que esta generación ha crecido en un contexto radicalmente distinto al de generaciones anteriores: hiperconectada, informada y más consciente de las problemáticas globales.
Esto hace que la Generación Z se caracterice por su pensamiento crítico, su sensibilidad hacia la diversidad y su deseo de encontrar propósito en lo que hacen. Son jóvenes que cuestionan, que aprenden por curiosidad y que valoran la autenticidad. Pero también son quienes enfrentan una sobrecarga de información, una presión constante por destacar y una exposición permanente a las redes sociales. Todo ello impacta directamente en su bienestar y en su forma de relacionarse con el aprendizaje.
Estas características y necesidades de la Generación Z no deben pasarse por alto al momento de elegir su plan educativo. No se trata solo de preparar para el examen o para la admisión universitaria, sino de preparar para la vida: para tomar decisiones conscientes, gestionar emociones, construir relaciones saludables y actuar con sentido de propósito.
En Prepa Tecmilenio se acompaña a los jóvenes con el entendimiento de su realidad y sus necesidades; se trabaja por una educación con propósito, conscientes de que el bienestar no es un complemento del aprendizaje, sino su punto de partida. Por ello, el modelo educativo toma como elemento fundamental el bienestar integral, el desarrollo socioemocional y el propósito de vida como ejes centrales del proceso formativo.
Desde el primer semestre, los estudiantes aprenden a identificar sus fortalezas, a reconocer sus emociones y a trazar un proyecto de vida personal y académico. Las asignaturas se complementan con programas de acompañamiento emocional y tutorías personalizadas que ayudan a los jóvenes a encontrar equilibrio y motivación. Cuando un estudiante entiende quién es y qué lo mueve, su rendimiento mejora, su permanencia aumenta y su sentido de pertenencia se fortalece.
Un ejemplo de la eficacia de este modelo es el caso de Kamila Ortega, estudiante de Prepa Tecmilenio del campus Chihuahua, ganadora del Dean´s List Award en el First Robotics Competition (Houston, Texas, 2024), que premia a los estudiantes líderes que impactan positivamente a sus equipos y comunidades entre más de 50,000 participantes a nivel mundial. Kamila es integrante del equipo de robótica Devolt de Tecmilenio y afirma que el enfoque de su vida ha cambiado a partir de que su educación se guía con un propósito de vida y objetivos claros. Elementos que ha aprendido desde su incorporación a Prepa Tecmilenio.
Casos como el de Kamila muestran que cuando el aprendizaje se alinea con el propósito personal, los resultados trascienden lo académico y se convierten en experiencias de vida. Por ello, el desarrollo de estas capacidades se potencia mediante un acompañamiento cercano y prácticas concretas.
En Prepa Tecmilenio cada campus cuenta con espacios y programas diseñados para fortalecer el bienestar físico y emocional: desde actividades deportivas y artísticas hasta talleres de mindfulness, gestión del estrés y liderazgo positivo.
El bienestar también se traduce en un ambiente escolar que fomenta la confianza, el respeto y la empatía. Los estudiantes aprenden a escucharse, a colaborar y a valorar la diversidad como una fuente de aprendizaje. Esto no solo impacta en su desarrollo personal, sino también en su capacidad para enfrentar los desafíos académicos con mayor resiliencia.
En este modelo, el docente deja de ser un transmisor de conocimiento para convertirse en un mentor que acompaña y orienta. Los profesores de Prepa Tecmilenio están capacitados en competencias socioemocionales y metodologías activas que promueven la autonomía y el pensamiento crítico. Escuchan, comprenden y guían a los estudiantes en su proceso de autoconocimiento.
Como señala Abismael Reséndiz, director nacional de Prepa Tecmilenio, “la educación de hoy no puede ser indiferente al mundo emocional, digital y social en el que viven los adolescentes.”
El mundo que enfrenta la Generación Z cambia con una velocidad sin precedentes. Las profesiones, las tecnologías y los retos sociales de hoy serán distintos mañana. Pero hay algo que permanece: la necesidad de que los jóvenes sepan quiénes son y cómo cuidar su bienestar para construir proyectos de vida sostenibles. Porque preparar para la vida no significa sólo enseñar conocimientos, sino acompañar a los jóvenes a descubrir quiénes son y cómo pueden construir un futuro con propósito.















