Maribel Guardia e Imelda Tuñón chocan por la herencia de Julián Figueroa en Morelos
Por Redacción:
Ciudad de México, 21 de octubre de 2025. La tensión familiar entre la actriz Maribel Guardia y su exnuera Imelda Tuñón resurgió este lunes en el Juzgado Noveno de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia de Cuernavaca, Morelos, donde ambas declararon por la impugnación del testamento de Julián Figueroa, el hijo de Guardia fallecido en abril de 2023. El litigio, que ahora gira en torno a la herencia del joven cantante —incluyendo un rancho en Morelos y parte del legado de su padre Joan Sebastian—, enfrenta a la abuela del pequeño José Julián contra la madre del niño, en una batalla que prioriza el bienestar del menor pero que ha avivado acusaciones de falsificación y negligencia.
Guardia, de 66 años, acudió acompañada de su esposo Marco Chacón —quien también declaró como testigo—, y reiteró que su única prioridad es su nieto: “Todo lo que era de mi hijo es para él; fuimos porque la mamá de mi nieto está impugnando el testamento donde Julián lo nombra heredero universal. Ella le está peleando la herencia a su propio hijo”. La actriz, visiblemente emotiva, confesó a medios afuera del juzgado: “Me llevo lo mejor de ese niño; no sé si lo voy a volver a ver”, aludiendo a la custodia compartida que ganó en enero de 2025 tras denunciar a Tuñón por negligencia y violencia familiar.
Tuñón, de 32 años y madre del pequeño de tres años, impugnó el testamento argumentando irregularidades: fue firmado en Guerrero cuando Julián, según sus abogados, estaba en otro estado, y no le deja nada a ella pese a su matrimonio. “Por favor, no desinformen a la gente; cuando estén las pruebas oficiales, se darán a conocer. Todo lo que tiene en este momento mi hijo se lo estoy dando yo con mi trabajo y esfuerzo”, respondió Tuñón en Instagram, defendiendo que vela por los derechos del niño y no busca enriquecerse. La audiencia, la primera para conciliar la herencia, incluyó formalización de una propiedad específica que Figueroa heredó de Joan Sebastian, y se complicó con acusaciones de falsificación de firma contra Chacón.
El testamento, que designa a José Julián como heredero universal, abarca bienes como el rancho en Morelos y una porción de la herencia de Joan Sebastian —aún no repartida—. Inicialmente, Tuñón declaró no interesarse en la herencia para enfocarse en su carrera, pero cambió de postura al conocer el documento. El juez ordenó peritajes caligráficos y fijó la próxima audiencia para noviembre, mientras Guardia insiste en que “no tengo interés económico; solo quiero que mi nieto tenga lo suyo”.
Este reencuentro, el primero desde la batalla por custodia en enero, ha revivido la guerra mediática: Guardia denunció negligencia en 2025, alegando que Tuñón priorizaba su vida social sobre el niño. Tuñón contraatacó: “No ha buscado a su nieto ni un día”. En redes, #HerenciaFigueroa acumula 100 mil menciones, con fans divididos: “Maribel defiende el legado; Imelda protege a su hijo”.
Para el pequeño José Julián, en custodia compartida, el conflicto trasciende lo legal: es duelo por un padre ausente. Mientras los tribunales deciden, Guardia y Tuñón —antiguas aliadas en el luto— vuelven a ser adversarias. En México, donde herencias de famosos generan titulares, este caso recuerda que el dinero familiar hiere más que el tiempo. La próxima audiencia podría sellar el legado de Julián, o avivar la llama.