Por Luis Martínez Alcántara
Manuel “Pajarito” Andrade, reconocido por ser el creador del emblemático logo de los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), falleció recientemente, dejando un legado imborrable en el mundo del deporte y el diseño gráfico en México.
Andrade, oriundo de Michoacán, fue un artista apasionado que dedicó su vida a la creación y enseñanza del arte. En 1973, recibió el encargo de diseñar un nuevo escudo que representara a la comunidad deportiva de la UNAM, una tarea que asumió con gran dedicación y compromiso.
El proceso creativo que llevó a la realización del logo comenzó en 1973, cuando Andrade se sumergió en un intenso trabajo que lo llevó a realizar más de 900 bocetos antes de llegar a la versión final. En una entrevista, Andrade compartió que estuvo obsesionado con el diseño, despertándose cada mañana con nuevas ideas y conceptos. Finalmente, en abril de 1974, se oficializó el escudo que hoy conocemos, simbolizando no solo a los equipos deportivos de la universidad, sino también su identidad y valores.
El logo de los Pumas es más que una simple imagen; representa fuerza y nobleza, cualidades que Andrade consideró esenciales para reflejar el espíritu deportivo de la UNAM. La elección del puma como símbolo se debe a su agilidad y poder, características que se alinean con los ideales de superación y competitividad que promueve la universidad. Este diseño ha perdurado a lo largo de los años y se ha convertido en un ícono no solo en México sino también en el extranjero.
A pesar de su contribución significativa al deporte mexicano, Andrade enfrentó dificultades en sus últimos años. A pesar de su fama como creador del logo, no recibió regalías ni apoyo económico significativo por su trabajo. En entrevistas recientes, expresó su deseo de ser reconocido por su obra y lamentó el olvido en que cayó tras su creación. Su historia es un recordatorio del sacrificio y la pasión detrás del arte y el diseño.
La muerte de Manuel “Pajarito” Andrade marca el fin de una era para muchos aficionados al deporte y seguidores de la UNAM. Su legado perdurará a través del logo que diseñó, un símbolo que seguirá inspirando a generaciones futuras y recordando la importancia del arte en el ámbito deportivo. Su vida y obra son un testimonio del impacto que un solo individuo puede tener en la cultura y la identidad nacional.