La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC), presidida por el Lic. Rafael Espino de la Peña, lanzó un llamado urgente al Gobierno Federal, a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a las secretarías de Energía y Hacienda, para solucionar los adeudos acumulados que alcanzan los 103 mil millones de pesos con las empresas agremiadas a la asociación.

Impacto económico y socialLa falta de pagos no solo afecta a las empresas proveedoras, sino también a las comunidades del sureste de México, donde gran parte de la población depende directamente de los ingresos generados por la industria petrolera. Esta situación se ha agudizado con la transición gubernamental, que ha frenado los mecanismos de facturación y acumulado deudas que ya superan los 400 mil millones de pesos a nivel general, equivalentes a 20 mil millones de dólares.

“Es un problema que se ha venido acumulando desde hace tiempo, pero con la transición de gobierno se ha radicalizado,” señaló Espino de la Peña.

Llamado al diálogo y colaboración

La AMESPAC enfatizó que sus agremiados están dispuestos a colaborar con Pemex y las autoridades energéticas para alcanzar las metas establecidas en el Plan Energético Nacional, que contempla una producción diaria de 1.8 millones de barriles de petróleo, incluyendo condensados. Sin embargo, la incertidumbre generada por la falta de pagos y la reducción del presupuesto de inversión pone en riesgo el logro de estos objetivos.

“La relación con los proveedores debe fortalecerse para garantizar la estabilidad de las operaciones de exploración y producción, que son cruciales no solo para Pemex, sino para las finanzas nacionales,” añadió Espino de la Peña. 

Propuestas del gobierno sin concreciónAunque la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la implementación de mecanismos para atender los adeudos durante una conferencia matutina la semana pasada, hasta el momento no se han definido fechas ni estrategias concretas para resolver la crisis.

“Estamos en diciembre, y es fundamental que se brinde certidumbre en esta relación, porque además de los contratos pendientes, están en juego la estabilidad económica de comunidades enteras y la viabilidad de los ingresos petroleros del país,” concluyó Espino.