Por Luis Martínez Alcántara.
La película “Emilia Pérez”, dirigida por el francés Jacques Audiard, obtuvo 11 nominaciones en los prestigiosos premios BAFTA 2025, incluyendo las categorías de Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz para Karla Sofía Gascón, quien hace historia al convertirse en la primera mujer trans nominada a estos galardones. El filme, que combina elementos de musical y drama, narra la historia de un narcotraficante mexicano que decide transicionar de género, una premisa que ha generado intenso debate en redes sociales.
A pesar del éxito en las nominaciones, la película ha enfrentado una ola de críticas, particularmente en México, donde grupos de ciudadanos han llegado incluso a solicitar la cancelación de su estreno en el país. Las principales críticas se centran en la forma en que la producción aborda temas sensibles como el narcotráfico, los feminicidios y las personas desaparecidas. El director Jacques Audiard se ha visto obligado a ofrecer disculpas públicas al pueblo mexicano, explicando que su intención no era provocar controversia sino plantear interrogantes universales.
Las actrices protagonistas, entre ellas Selena Gómez y Zoe Saldaña, también nominadas en la categoría de Mejor Actriz de Reparto, han defendido el proyecto frente a las críticas. Adriana Paz, parte del elenco, ha señalado que el rechazo se limita principalmente al ámbito digital, pues en persona nunca ha recibido comentarios negativos sobre la película. La producción ya había causado revuelo al ganar cuatro Globos de Oro, incluyendo Mejor Película Musical o Comedia.
El filme competirá en los BAFTA con otras producciones destacadas como “Cónclave”, que lidera las nominaciones con 12 candidaturas. Entre las categorías en las que “Emilia Pérez” buscará la victoria se encuentran también Mejor Película de Habla No Inglesa, donde se enfrentará a la cinta brasileña “Ainda Estou Aqui” de Walter Salles. La ceremonia de premiación está programada para celebrarse el próximo 16 de febrero en Londres.
La controversia en torno a “Emilia Pérez” refleja un debate más amplio sobre la representación cultural y la sensibilidad en el tratamiento de temas sociales delicados. Mientras algunos critican la película por considerar que trivializa problemas graves, otros la defienden como una obra que desafía convenciones y abre espacios para la diversidad en el cine. El director ha defendido su visión artística, argumentando que la película está concebida como una ópera que deliberadamente se aleja del realismo.