Por Luis Martínez Alcántara
Kamala Harris se impuso de manera contundente en el feroz debate presidencial que sostuvo con Donald Trump, en el cual el expresidente se vio constantemente a la defensiva. Kamala Harris asestó golpes certeros y Trump, cada vez más agresivo, trató de esquivarlos.
Durante los 90 minutos del encuentro, Harris aprovechó su intervención para disipar las dudas sobre sus capacidades, críticas que venían desde su candidatura a la vicepresidencia en 2020. Trump, por su parte, mantuvo su característico estilo combativo, pero esta vez no logró esquivar los ataques precisos de la exfiscal general de California.
El debate se desarrolló con un tono cada vez más agresivo. Harris, con un enfoque claro en las divisiones creadas por Trump, argumentó que es tiempo de avanzar, mientras el republicano la acusaba de ser “marxista” y de mentir en repetidas ocasiones. La economía y la inmigración fueron los temas más discutidos, con Trump centrando sus esfuerzos en criticar la gestión de Biden y, por extensión, el rol de Harris en el gobierno actual. Harris respondió destacando su experiencia procesando a traficantes de personas y acusó a Trump de bloquear soluciones bipartidistas en la crisis fronteriza.
Otro punto clave del debate fue el tema del aborto, donde Trump mantuvo una postura ambigua, mientras Harris defendió el derecho a decidir de las mujeres. Las tensiones también se elevaron cuando discutieron sobre política exterior, particularmente en relación con la invasión rusa de Ucrania y la guerra en Gaza. Harris acusó a Trump de simpatizar con Putin, mientras que Trump predijo un futuro sombrío para Israel bajo una presidencia demócrata.
El escenario del debate, Filadelfia, no fue elegido al azar. Como ciudad clave en Pensilvania, uno de los llamados estados péndulo, es crucial para las elecciones. La importancia de este debate radicaba en convencer al pequeño porcentaje de indecisos que podrían inclinar la balanza electoral. Ambos candidatos dieron lo mejor de sí, pero será necesario esperar para ver si las palabras y gestos de esa noche se traducen en votos a su favor.
Finalmente, el desempeño de Harris en este debate ha fortalecido su imagen, mientras que Trump se enfrenta a un electorado dividido y a la sombra de sus problemas legales. A poco más de un mes de las elecciones, este intercambio puede ser decisivo para determinar quién ganará el favor de los votantes, especialmente en estados tan vitales como Pensilvania.