Nacional Portada

DOBLE VIDA Y ABANDONO: LA VEJEZ INVISIBLE DE LA COMUNIDAD LGBTI

Por Monserrat Californias

Los adultos mayores LGBTI en México enfrentan un escenario a menudo desolador: soledad, aislamiento y rechazo. Muchos optan por ocultar quiénes son para evitar confrontaciones o conflictos familiares.

Pablo Orozco Chávez, coordinador de Comunidad Apapacho en Guadalajara, señaló que el ambiente familiar y religioso sigue pesando y comentó que alrededor del 50 % de los adultos mayores LGBTI están casados y con hijos. Esta doble vida impuesta tiene consecuencias profundas en su bienestar emocional y social.

La soledad se hace palpable cuando ya no hay redes de apoyo. Orozco Chávez describe cómo muchas personas prefieren no salir de casa y esconden su orientación aun en asilos. Además, comparte relatos de compañeros que murieron sin compañía ni despedida, mostrando el abandono que sufren en este tramo final de sus vidas.

El caso de Miguel Ángel Guerrero, jubilado de 67 años, ejemplifica el padecimiento colateral de esta situación: la soledad en la vejez puede convertirse en riesgo para la salud mental. Guerrero opta por mantenerse activo con clases de zumba y rutinas de convivencia para evitar caer en depresión. Su experiencia demuestra la urgencia de generar redes de apoyo para esta población.

En respuesta a esta realidad nace Comunidad Apapacho, iniciativa que en Guadalajara ofrece un espacio seguro e inclusivo para adultos mayores LGBTI. A través de actividades, ayuda mutua y proyectos como cohousing o coliving, buscan construir comunidad y combatir el aislamiento.

Con el envejecimiento de la población, juega un papel crucial dar visibilidad y estructura a estas iniciativas, para atender una realidad que exige atención urgente y digna. Orozco Chavé afirma que es urgente atender a este sector poblacional pues en 2025 el 30% de la ciudadanía tendrá 60 años o más.