AIdol tropieza en Moscú: Primer robot humanoide ruso cae en su presentación oficial
Por Redacción:
Moscú, Rusia – 12 de noviembre de 2025 – El debut del primer robot humanoide ruso con inteligencia artificial, AIdol, se convirtió en un momento embarazoso durante su presentación oficial en un evento tecnológico en Moscú el 10 de noviembre, cuando el prototipo perdió el equilibrio y cayó al suelo apenas segundos después de subir al escenario, ante los ojos de cientos de asistentes y cámaras que capturaron el incidente en video. Desarrollado por la empresa rusa Idol, el robot fue retirado rápidamente del escenario para revisiones, pero el video de la caída se viralizó en redes sociales, generando memes y debates sobre el avance de la robótica en Rusia frente a competidores globales como Estados Unidos y China.
El evento, realizado en el Yarovit Hall Congress Center de Moscú, reunió a expertos en IA y robótica para mostrar avances nacionales en un contexto de sanciones internacionales que limitan el acceso a componentes extranjeros. AIdol, presentado como un “compañero empático” capaz de sonreír, pensar y sorprenderse como un humano, fue introducido al ritmo de la música de “Rocky”, con la intención de simbolizar fuerza y progreso. Sin embargo, tras dar unos pasos inestables –visibles en videos grabados por asistentes–, el robot de 1,7 metros de altura y 80 kilogramos se inclinó hacia adelante y colapsó, aterrizando de bruces en el escenario. Miembros del equipo corrieron a cubrirlo con una cortina negra, pero el intento falló inicialmente, prolongando el momento incómodo ante flashes y risas contenidas del público.
Idol, una startup moscovita fundada en 2022 por ingenieros del Instituto de Problemas de Mecánica de la Academia de Ciencias de Rusia, atribuyó la caída a un “problema de calibración” en su fase de pruebas beta, posiblemente agravado por mala iluminación o fluctuaciones de voltaje en el escenario. El CEO de Idol, Alexey Vitukhin, minimizó el incidente en un comunicado posterior: “AIdol está en desarrollo activo; esta es una oportunidad para mejorar su estabilidad”. El robot, impulsado por una batería de 48 voltios que ofrece hasta seis horas de autonomía, incorpora un 77% de componentes rusos –con planes para llegar al 93% en versiones futuras–, y utiliza IA basada en modelos locales para procesar lenguaje natural y gestos faciales. Su diseño antropomórfico, con articulaciones de 28 grados de libertad y sensores LiDAR para navegación, busca emular interacciones humanas en entornos como hospitales o fábricas.
El video de la caída, compartido inicialmente en Telegram y VK –plataformas populares en Rusia–, acumuló más de 5 millones de vistas en 48 horas, inspirando memes que comparan a AIdol con el robot Fedor (2019), el primer humanoide ruso enviado a la Estación Espacial Internacional, que falló en tareas básicas como atornillar tornillos. En X (anteriormente Twitter), hashtags como #AIdolFail y #RussianRobotTumble generaron 100.000 interacciones, con usuarios bromeando: “Rusia conquista el espacio, pero no el escenario”. Medios estatales como TASS omitieron el incidente en su cobertura, enfocándose en las “capacidades empáticas” de AIdol, lo que avivó acusaciones de censura en foros independientes.
Este tropiezo llega en un momento de presión geopolítica para Rusia, que invierte 2.000 millones de dólares anuales en IA pese a sanciones occidentales que restringen importaciones de chips avanzados. Comparado con competidores como Figure 01 de Estados Unidos –que camina fluidamente en demostraciones de 2025– o Unitree G1 de China, AIdol resalta brechas en estabilidad y software, aunque Idol planea una versión 2.0 para 2026 con mejoras en sensores y algoritmos de balanceo. Analistas de Xataka y FayerWayer ven el incidente como un “recordatorio humano” de que la robótica aún enfrenta desafíos impredecibles, similar a la caída de Atlas de Boston Dynamics en 2013, que se volvió icónica.
Idol, con sede en San Petersburgo y financiada por el Fondo Ruso de Inversiones en IA (RRFIA), ha reclutado a 50 ingenieros para refinar AIdol, enfocándose en pruebas en entornos reales como la planta de ensamblaje de AvtoVAZ en Tolyatti. El gobierno ruso, a través del Ministerio de Industria y Comercio, lo saluda como un paso hacia la “soberanía tecnológica”, pese al revés, y planea integrarlo en programas educativos para 500 escuelas en 2026. Mientras el video sigue circulando –con 10 millones de vistas en YouTube–, AIdol se convierte en símbolo de ambición rusa: un gigante que tropieza, pero se levanta, recordando que en la carrera de la IA, las caídas son parte del aprendizaje.















