Por Luis Martínez Alcántara

Isabel Espino Gutiérrez, una joven mexicana de tan solo 18 años, ha culminado su licenciatura en Ciencias de la Computación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convirtiéndose en un ejemplo de perseverancia y dedicación. A pesar de su corta edad, Isabel ha destacado por su brillante carrera académica, completando su educación universitaria en tiempo récord, mientras muchos jóvenes apenas comienzan su etapa universitaria. 

Isabel ingresó a la UNAM a los 16 años, después de un proceso acelerado en el que terminó la secundaria abierta en tres meses y logró ingresar a la preparatoria a los 13. Su pasión por las matemáticas y la inteligencia artificial la llevaron a sobresalir en una de las carreras más demandantes de la Facultad de Ciencias. Con un promedio de 9.7, está a solo dos materias de titularse por la vía de excelencia académica. 

Además de su desempeño académico, Isabel ya imparte clases como profesora adjunta en la misma universidad y trabaja de manera remota como directora de tecnología para una empresa en el Reino Unido. Su deseo de compartir el conocimiento la ha impulsado a ser mentora de nuevos talentos en el campo de la computación, demostrando que la juventud no es una barrera para alcanzar grandes logros. 

A lo largo de su carrera, Isabel enfrentó retos y momentos difíciles, pero su pasión por la ciencia y las matemáticas la mantuvo motivada. Este compromiso la ha convertido en un referente para las nuevas generaciones, inspirando a otros estudiantes a perseguir sus metas con determinación. 

El futuro de Isabel es prometedor. Entre sus planes está cursar una maestría y un doctorado, y continuar su carrera en la investigación y docencia. Este logro no solo es un motivo de orgullo personal, sino también un ejemplo inspirador para jóvenes mexicanos que ven en ella un modelo de esfuerzo y éxito.