Por Monserrat Californias

El Congreso de Guanajuato rechazó la despenalización del aborto con 19 votos en contra y 17 a favor, tras el sorpresivo cambio de postura de la diputada del Partido Verde, Luz Itzel Mendo, quien se alineó con el PAN. 

La sesión, marcada por intensos debates y la presencia de colectivos feministas y grupos provida, culminó con la decisión de archivar las iniciativas que buscaban reformar la Constitución local, el Código Penal y otras leyes para permitir la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas de gestación  .

El cambio de voto de Mendo generó indignación entre las diputadas de Morena, quienes abandonaron la Cámara al grito de “¡traicionera, no eres compañera!”. La legisladora justificó su decisión afirmando: “Hoy he cambiado de opinión”. Este giro fue decisivo para que la mayoría panista lograra frenar la reforma, manteniendo a Guanajuato como uno de los estados más restrictivos en materia de derechos reproductivos.

A pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación despenalizó el aborto en 2021, declarando inconstitucional sancionar penalmente a las mujeres que lo practiquen, Guanajuato no ha armonizado su legislación local. Actualmente, existen más investigaciones por aborto que por feminicidio en el estado, evidenciando la persistente criminalización de las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.

La decisión del Congreso se da en un contexto de presión social y legal, incluyendo un amparo en trámite que podría obligar a modificar la legislación estatal, como ha ocurrido en otras entidades. Colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos han denunciado que la penalización del aborto obliga a las mujeres a recurrir a procedimientos clandestinos, poniendo en riesgo su vida y salud.

La ministra de la Suprema Corte, Lenia Batres, criticó la negativa del Congreso de Guanajuato a despenalizar el aborto, señalando que “no es un problema ya político, ahí sí ya se convirtió en un criterio jurídico y deben acatarlo”.