Por Luis Martínez Alcántara
Durante su gira de despedida por Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue recibido con gritos de “¡dictador, dictador!” y un intento de agresión. Un grupo de manifestantes, empleados del Poder Judicial de la Federación (PJF), lanzó una botella de agua mientras el mandatario descendía de su camioneta frente al Centro Cultural “Leyes de Reforma” en el puerto de Veracruz.
A pesar de la tensión, los elementos de seguridad actuaron de inmediato, protegiendo al presidente y escoltándolo rápidamente al interior del edificio.
El incidente ocurrió en medio de protestas contra la reforma judicial promovida por el gobierno federal. Los manifestantes expresaron su descontento, preocupados por posibles recortes salariales y cambios en sus prestaciones laborales.
La reforma generó una creciente ola de descontento entre los trabajadores del sector judicial, quienes temen que esta afecte directamente sus derechos. Las protestas se han intensificado en las últimas semanas, con diversas movilizaciones en contra de las propuestas del Ejecutivo.
A pesar del lanzamiento de la botella y los gritos de “¡dictador!”, López Obrador mantuvo la calma. En un video que circula en redes sociales, se le ve esquivando el objeto y levantando los brazos en señal de saludo mientras los simpatizantes coreaban “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Acompañado por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, el mandatario no sufrió lesiones y continuó con su agenda según lo previsto, demostrando una actitud tranquila frente a la protesta.
El evento en el Centro Cultural “Leyes de Reforma” formó parte de la gira final de López Obrador por el estado de Veracruz, previo a la conclusión de su mandato. Durante su discurso, el presidente reiteró que se retirará el 1 de octubre a su rancho en Palenque, donde se dedicará a escribir sobre la cultura de México. Afirmó que no recibirá visitas de amigos o simpatizantes, ya que considera que “son millones”, y destacó que no desea convertirse en un caudillo ni en un cacique.