Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- La reciente decisión del presidente Nicolás Maduro de adelantar las festividades navideñas al 1 de octubre ha generado una fuerte crítica por parte de la Iglesia católica en Venezuela. A través de un comunicado emitido el martes, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) expresó su rechazo al uso político de una celebración tan significativa como la Navidad.
Según la CEV, esta festividad tiene un carácter universal y su celebración debe estar bajo la autoridad eclesiástica, no ser manipulada con fines propagandísticos.
La CEV subrayó que la Navidad es una celebración que no debería ser utilizada para fines políticos y recordó las fechas tradicionales de esta festividad, como el 1 de diciembre, cuando inicia el Adviento y el 25 de diciembre, día de la conmemoración del nacimiento de Jesús de Nazareth.
El anuncio de Maduro no cambia las fechas legalmente festivas, sino que se limita a la decoración y ambiente navideño en espacios públicos, una acción que, según la Iglesia, desvirtúa el verdadero significado de la Navidad.
La Iglesia católica ha sido clara en su postura de que el adelanto de la Navidad no tiene fundamento litúrgico ni religioso, sino que responde a una estrategia política. Este tipo de decisiones, según la CEV, generan una confusión innecesaria en la población y desvirtúan el verdadero espíritu navideño, que debe ser un tiempo de reflexión, paz y unión familiar, alejado de intereses políticos.
En medio de una crisis política y social en Venezuela, el adelanto de la Navidad por parte de Maduro es visto por muchos como un intento de distraer a la población y desviar la atención de los cuestionamientos a su reelección.