Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- La presentación del libro Feminismo Silencioso de Beatriz Gutiérrez Müller en el Zócalo se convirtió en un evento cargado de simbolismo político, más allá de lo literario. Con el presidente Andrés Manuel López Obrador acompañando a su esposa, la velada se transformó en un acto de despedida para la pareja presidencial, quienes abandonarán el Palacio Nacional en poco más de un mes.
Aunque el evento tenía la intención de ser una presentación cultural, la presencia del mandatario eclipsó la atención hacia la autora, en un momento que simbolizó la transferencia de protagonismo, un reflejo de la dualidad que ambos han manejado durante su mandato.
El escenario, enmarcado por la emblemática plaza mexicana, reunió a las figuras más relevantes del actual y próximo gobierno. La primera fila de invitados incluía a secretarios clave, la presidenta electa, y el propio presidente saliente.
Las palabras de Gutiérrez Müller resonaron en un ambiente que se alejaba del feminismo que promueve su libro, pues el tono político dominó la escena, algo que la autora, en su propia obra, intentó evitar al distanciarse del papel tradicional de primera dama. Sin embargo, el evento dejó claro que, pese a su esfuerzo por mantener su individualidad, la sombra política de su esposo es inevitable.
La atmósfera en el Zócalo fue caótica, con un ambiente donde el bullicio característico de la plaza se vio exacerbado por la multitud que buscaba un vistazo del presidente y de su esposa. A pesar de los intentos por mantener el enfoque en el libro, la realidad es que el entorno no facilitó una presentación tradicional. La falta de una sesión de firmas generó descontento entre los asistentes, quienes esperaban una conexión más cercana con la autora.
Finalmente, Gutiérrez Müller se despidió del público reafirmando su decisión de retirarse de la esfera política, expresando su deseo de volver al silencio y a la reflexión que siempre han caracterizado su vida.